La Espiga, se encuentra en el centro de Donostia-San Sebastián, se ha convertido con el correr de los años, y gracias una continuada oferta de calidad, en un bar-restaurante casi mítico en la ciudad. Tiene una carta de cocina vasca casera con platos como los fritos de La Espiga, el panaché de verduras, los pimientos del Piquillo especiales, su insustituible ensaladilla rusa, el revuelto de hongos, el arroz con almejas la sopa de pescado y marisco o pintxos como el pimiento relleno, la gamba con gabardina, la txorrera, la croqueta de jamón, la milanesa, el morro en salsa, la albóndiga o el crujiente con langostinos.